
En Algeciras, en el día 25 de enero, hubo un presunto ataque de corte yihadista, cometido por Yassine Kanjaa, que terminó con la muerte de un sacristán y el apuñalamiento de un párroco, entre otras víctimas.
Ayer, el juez de la Audiencia Nacional, Joaquín Gadea, envió al inculpado a una unidad psiquiátrica de Instituciones Penitenciarias, basándose en el informe forense provisional de la Audiencia Nacional que recomendaba su ingreso, debido a la sospecha fundada de que el individuo tuviera un trastorno delirante. A la par que se investigan la secuencia de sucesos como posible ataque terrorista.
Una vez más, es importante destacar la necesidad de analizar los antecedentes fundamentales del individuo de diferente tipología: familiares, sociales, económicos, sentimentales, médicos, biológicos, entre otros, para intentar comprender el comportamiento de este, y una consecuente conducta criminal.
Se puede considerar un avance desde el ámbito de la prevención delictiva, en analogía con el marco jurídico y el apoyo en los profesionales de la salud psicológica y física, que un tribunal busque indagar intrínsecamente sobre la persona, en la búsqueda de aplicar la pena más objetiva.
¿Qué sabemos de Yassine Kanjaa?
- Sujeto de origen marroquí y 26 años de edad;
- Expediente de expulsión por situación irregular en el país desde mediados del año pasado, aunque el sujeto no tendría antecedentes penales previos; al estar indocumentado su país no lo reconoció como su ciudadano;
En 2019, Yassine ya habría intentado entrar en España ilegalmente, utilizando una moto de agua;
- Vivía de okupa con otras personas en un piso ubicado en el centro de Algeciras en condiciones de habitabilidad infrahumanas, cercado de basura;
- Existen evidencias policiales de que el individuo guardó material propagandístico en las últimas semanas, que enaltecían el terrorismo yihadista, después de visitar diferentes fuentes en internet;
- Frecuentaba una mezquita que quedaba a 150 metros de su casa, lo que indica que podía ser practicante del Islam.
¿Qué síntomas tiene una persona que sufre un trastorno delirante?
- Este síntoma, puede desarrollarse en personas que tienen un trastorno de la personalidad paranoide;
- En la fase adulta, es común que el individuo que sufre el trastorno paranoide, demuestre una absoluta desconfianza hacía los demás y de sus intenciones;
- Estar preocupado por la fidelidad o la lealtad de los amigos; en este caso concreto, podía ser
por “Ala”, teniendo en cuenta que el sujeto expresó varias veces su adoración hacia Este;
- Interpretaciones erróneas de significados como si fueran amenazas reales;
- Guardar rencor durante mucho tiempo;
- Los síntomas, “delirios”, pueden durar horas o días, o sea, son intermitentes e imprevisibles;
- Comportamiento cambiante;
- Perturbaciones emocionales.
¿Puede Yassine Kanjaa tenga este u otro trastorno de personalidad? ¿O es un asesino consciente de sus actos y sin remordimientos?
Sí, puede ser una de las respuestas para comprender los hechos delictivos cometidos por el individuo. Pero también puede no serlo. De ahí que no se debería aplicar una sentencia, sin antes valorar con un tiempo prudente y con los expertos adecuados, la situación individual de este presunto terrorista.
Analizando la poca información disponible, se puede corroborar que las condiciones psicosociales de Yassine Kanjaa, evidencian una alta dificultad de integración social, que se demuestra donde vivía como resultado de 2 intentos de huir de su país de origen, Marruecos, en la búsqueda de una vida mejor.
La falta de arraigo, donde el individuo dejó atrás a su familia, amigos, zona de confort, junto a una situación socioeconómica bastante precaria y sin unos mínimos para subsistir, favorecen la inestabilidad emocional que puede explicar el “auto adiestramiento exprés” que al parecer ocurrió en las últimas semanas, antes de que el individuo cogiera un machete y empezara a atacar de forma indiscriminada a sus víctimas.
Los indicadores mencionados anteriormente y la lista de antecedentes que conocemos hasta al momento del inculpado, amparan la decisión del juez. No obstante, habrá que seguir evaluando el sujeto e investigando todos los factores personales y del medio que puedan haber motivado los hechos.
No se debe definir a todos los delincuentes como victimarios, pues muchos de ellos antes pueden haber sido víctimas, y los medios familiares y sociales fracasaron para evitar que un día se convirtieran en asesinos.
Virgília Pires