ESPAÑA-MARRUECOS: AÑO NUEVO, VIEJOS PROBLEMAS

A nivel de relaciones internacionales entre España y Marruecos este 2023 recién estrenado traía altas expectativas tras haberse acordado para primeros de febrero una Reunión de Alto Nivel (RAN) entre los dos países con el que se pretendían allanar las tensas relaciones de los últimos de los dos países vecinos.

Por otro lado, a nivel antiterrorista, empezamos el año igual que lo acabamos. Esto quiere decir en nivel 4 reforzado sobre 5[i] ,lo que significa un alto riesgo de sufrir atentados en nuestro país, a pesar del titánico esfuerzo de hombres y mujeres de los servicios de inteligencia y las fuerzas y cuerpos de seguridad; Este nivel se encuentra establecido desde junio de 2015.

Por desgracia estos temores se han cumplido cuando no había finalizado el mes de enero. En una operación internacional realizada en las dos orillas del Mediterráneo, entre la Comisaria General de Información (CGI) y la Oficina Central de Investigación Judicial (BCIJ), tanto en Almería (España) [ii]con dos detenidos y en Chtuka Ait Baha (Marruecos) [iii] con un detenido, una célula terrorista afiliada a Daesh fue desmantelada. A este nivel, parece que hay una colaboración fluida entre instituciones policiales, más allá de los ejecutivos respectivos.

Y en los últimos días del mes, se produce la detención de un presunto yihadista en Girona en avanzado nivel de radicalización y con alta probabilidad de atentar [iv]. Y lo más lamentable ha sido ataque en Algeciras (Cádiz) por parte de un marroquí en situación ilegal y con orden de expulsión matando a un sacristán e hiriendo al párroco [v].

Y así se llega a febrero y a la Cumbre Hispano-Marroquí, intentando entender noticias contradictorias y más allá del desplante del Rey de Marruecos al presidente español, solventado con una llamada de teléfono, pareciendo que se le ha dado un perfil económico a la cumbre, dejando temas más delicados como Ceuta y Melilla para futuras reuniones [vi].

En materia de terrorismo e inmigración, los dos ministros de interior han recalcado su intención de reforzar la cooperación en materia migratoria y terrorismo [vii].

Partiendo de la base de que la seguridad plena es imposible de obtener, podemos hacernos las siguientes preguntas:

-Si había informes de las fuerzas del orden referentes a atentados poco sofisticados sobre objetivos blandos y poco protegidos[viii] , ¿se había tomado alguna decisión al respecto? ¿se había informado a las juntas locales de seguridad para que las policías locales hubieran podido colaborar en despliegues para cubrir ciertos objetivos?

– ¿Se ha tratado en lo referente a la inmigración, la facilidad por parte de Marruecos para decepcionar a sus nacionales que son derivados a sus fronteras tras entrar ilegalmente en España?

El autor del atentado en Algeciras había entrado ilegalmente en Gibraltar por medio de una moto acuática, donde fue detenido y devuelto a Marruecos una semana después de ser detenido [ix].

Habrá que esperar el paso del tiempo para comprobar si el refuerzo de la cooperación en materia de seguridad e inmigración dan sus resultados.

Ambos países se juegan mucho en ambas materias ya que, con una situación inestable en materia de seguridad, las actuaciones económicas nunca serán las adecuadas. Por ello, las estrategias deben ser a largo plazo, más allá del color del ejecutivo de turno en ambas orillas en un entorno cada vez más global con más actores en la partida y con la especial situación geopolítica de España y Marruecos.