LA PERSONALIDAD
La personalidad es una estructura dinámica y organizada de mecanismos emocionales, recursos cognitivos y actitudes que constituyen el esqueleto psicológico de la individualidad y que determina las formas propias de conducta expresiva y adaptativa de cada persona a su entorno.
Depende de 4 factores principales: constitución neurofisiológica, temperamento, carácter (autoconcepto) e inteligencia. Y también de otros elementos como la biografía objetiva (conducta) e las influencias externas, además de las relaciones (procesos dinámicos unidireccionales y bidireccionales, correlación e interacción con los demás).
LA PELIGROSIDAD
La teoría de la Peligrosidad surge con Garofalo en 1880, basada en la capacidad criminal y la adaptabilidad social del delincuente en potencia.
El estado peligroso en Psiquiatría Forense se define en el comportamiento del que con gran probabilidad se puede derivar en un daño contra bienes jurídicamente protegidos, siendo una conducta socialmente rechazada.
La peligrosidad se define como la situación que determina un riesgo. Es una cualidad del objeto concreto que determina el riesgo.
La experiencia demuestra que el peligro parece invisible, de ahí la dificultad de detección y prevención.
El riesgo no es sinónimo de peligro, el primero es un concepto potencial mientras que el segundo es un concepto real.
Cuando el objeto es un ser vivo es más complicado establecer mecanismos de seguridad/defensa. Como la peligrosidad está dependiente de la conducta, su evaluación es más difícil.
La peligrosidad real es evaluada por los resultados “a posteriori”, y muchas veces es bastante distinta al planteamiento “a priori”.
Cuando un individuo no está en condiciones de cumplir las normas de convivencia por carencia de inteligencia o falta de adaptación, se puede volver peligroso.
La peligrosidad social (conducta antisocial, comportamientos rechazables), permite que se apliquen las medidas antes de que el delito se cometa, mientras que la peligrosidad criminal (conducta delictiva), sólo permite que las medidas se apliquen una vez cometido el delito.
Para que se pueda evaluar la peligrosidad criminal se debe recurrir a tres herramientas: el examen médico-psicológico, la encuesta social y el pronóstico de peligrosidad.
El examen médico-psicológico incluye dos fases, la primera se basa en la exploración psiquiátrica (psico biografía, examen psicopatológico y estudio de las actitudes sociales) y la segunda fase consiste en la exploración psicométrica (inteligencia, personalidad, impulsividad, agresividad y ansiedad); la encuesta social aprecia factores de herencia, medio social, biografía, familia y conducta delictiva.
Según la escala de peligrosidad de Shield que consta de 15 factores para un correcto pronóstico, cuantos más puntos cumple el sujeto más probabilidad de ser reincidente existe.
PELIGROSIDAD
INCIDENCIA DE LA PELIGROSIDAD
- Factores sociales: disciplina, afectividad, cohesión familiar;
- Factores psicológicos: dependencia, autoafirmación, desconfianza, instinto de destrucción, labilidad afectiva.
- Factores psiquiátricos: aventurero, libre expresión en acción, sugestionabilidad, obstinación, inestabilidad afectiva.
El Lenguaje es algo extremadamente importante para analizar el sujeto. Se analiza su capacidad de abordaje de los temas, verborrea, mutismo, así como la coherencia o disgregación del discurso, apreciado la concisión (prolixidad) de las ideas. A nivel de trastornos, se aprecia la existencia de amaneramientos, es decir, consiste en la ejecución de movimientos inútiles que se sobreponen a las actividades del individuo: marcha con contorsiones, escritura con ornamentación excesiva, expresiones faciales exageradas o fuera de lugar, etc. También se evalúa los estereotipos (persistencia en la repetición de expresiones o palabras sin sentido), además de los neologismos (palabras nuevas inventadas por el sujeto y que ni conoce su significado). Por último, se observa el grado de convencimiento y el tono de voz del sujeto.
El Pensamiento se distingue en dos sectores: el curso (velocidad bradipsíquica-taquipsíquica, bloqueo e inhibición, disgregación y fuga de ideas, perseverancia y prolixidad; y por el contenido (claridad de juicio – proceso mental por el cual el individuo ordena su conducta en función de unas normas, unos principios o unos criterios determinados, ideas delirantes – ideas/conceptos incorrectos sobre la realidad externa defendido firmemente a pesar de que prácticamente todas las personas creen lo contrario, existiendo para su corroboración pruebas irrefutables, obvias e incuestionables y pensamiento obsesivo – idea, palabra o imágenes persistentes que se imponen con independencia de la voluntad y pueden desconectarse de la mente con facilidad provocando incluso bastante dolor al que lo sufre).
By Virgília Pires